La bolsita no (II)

La otra conclusión que se puede sacar de “la bolsita no” no es que tanto la nomenklatura como Alarcón, Lage, Pérez Roque, Raúl (el otro Castro o ¿Castro el bueno?) como sus amigos izquierdistas-populistas-socialistas del siglo 21 tales como Buenazo, Chavito, Moralitos y orquesta han mentido descaradamente durante estos 6 meses, porque eso ya lo sabíamos, sino que desde Watergate para acá no hay secretos de estado que al final no se conozcan como se han conocido con lujo de detalles los entresijos quirúrgicos del Coma-andante (¿o el Cyborg-commander?)
Habría que recordar como el team de “Los Castro-interinos” (¿o los grastro-interinos?) se han pasado seis meses hablando de la recuperación del Coma (para abreviar) mientras Chavito lo ha visto en traje verde-olivo trotando por las calles de La Habana (quizás debiera llamarlo “el Trota-Commander”) para luego enterarnos, cirugía-gallega mediante, que el “secreto de estado” ahora es “vox populi”
Ustedes saben el alivio que debió sentir el cirujano cubano que lo picó, cuando el Coma le dió la orden de “la bolsita no, coño, la bolsita no”, porque hasta ese momento el tenía la responsabilidad de salvarlo, gracias a Hipócrates y en contra de sus verdaderos sentimientos, y el Coma lo relevó de esa tarea.
Por otro lado, si a pesar de todo, el galeno no le hubiera salvado la vida con la técnica operatoria correcta, ¿se hubiera salvado el médico? Recuerden que a los Faraones, los enterraban con toda la corte. Es decir el médico estaba entre la espada la pared, no sabía que mal era peor, si salvar el Coma o dejarle morir, pero como estaba Hipócrates por medio tenía que salvarlo, pero gracias no tanto a Dios como a la megalomanía del Coma, este no sólo lo relevó de la responsabilidad de salvarlo, sino que le perdonó la vida. Por lo que la decisión del Coma habrá sido nefasta para su salud, pero muy beneficiosa para salud del cirujano que lo intervino. Pienso decididamente, que algún día tendremos que hacerle un monumento a este cirujano por obedecer tan fielmente las órdenes del Cyborg-commander, me parece que el pueblo de Cuba contribuiría de manera muy estusiasta con este merecido homenaje a la ciencia.