Raúl en 26

Nuestro General-Presidente (o será Presidente General) acaba de proferir uno de sus últimos discursos, en celebración del no sé cual aniversario de los "a saltos" a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedez. En el primero, hace un par de añejos atrás, habló de cambios estructurales y de método para solucionar los problemas de la grave crisis económica que azota Cuba desde hace 50 años y prometió un vaso de leche para todo el que quisiera tomárselo. En el segundo discurso y con dos años consecutivos con el hermano fuera de combate, los cambios estructurales desaparecieron del discurso y la leche se convirtió en agua. En este tercero, y uno de los últimos a juzgar por su avanzada edad, no promete ni agua. La "celebración" no fue más que puro formalismo, un compromiso ineludible, en el que no hay nada que decir, porque no se ha hecho nada, es decir no se han hecho los cambios estructurales y de concepto que prometió apenas hace dos años. Ni siquiera se anunció si habría o no congreso del Partido, posiblemente porque piense que a nadie le importa o por el contrario porque la gente lo está anhelando demasiado. Tal vez recuerden que la caída del socialismo en Europa no se debió a la cacareada política del vejestorio decrépito de Reagan sino que se promovió desde dentro de las filas del PCUS y de sus más alta dirección. Eso les debe estar dando miedito. Aunque a juzgar por la alta participación en un alto donde no pusieron ni transporte no habría nada que temer ¿o sí?

Sólo un par de detalles que resaltar, al parecer fuera del guión como eldel vaso de leche y que indican sus diferencias o disgusto con los métodos de máximo líder y el fracaso de éste en cuanta empresa ha emprendido. En uno de ellos dijo: “no es cuestión de gritar Patria o Muerte, abajo el imperialismo”; que de seguro le hicieron retorcer las pocas tripas que le quedan a su querido hermanastro y en la parte del discurso refiriéndose a la plantación de árboles espetó: “No sé cómo hacían nuestros abuelos” otra directa al hígado del Coma-andante, a cuyas políticas de deforestación de las plantaciones frutales de la isla y la cooperativización de la agricultura le debemos a que en Cuba no se pueda comer uno ni un mamey y hasta el jugo de naranja agria haya que traerlo de Miami.

Me maravilla que los resúmenes de la prensa sean casi tan largos como el discurso de marras (o del narra) El discurso bien leído, sin demasiado entusiasmo, no debe pasar los 5 minutos. RC tuvo que hacer un gran esfuerzo para alargarlo. Raúl Castro ha demostrado ser más grisáceo que Brézhnev o que el famoso quinquenio. En tres años no se ha anotado ni un tanto. Si hubiera sido FC traería a Holguín una retahíla de éxitos. Este no ha aprendido el arte de hacer victorias a base de lengua.