sábado, octubre 13, 2007

Sobre mi madre y el café con leche.





Hoy es el cumpleaños de mi madre, el coño de mi madre, como yo le digo y el “recontracoño de la tuya” como me contesta ella, con una sonora carcajada. Esta nota está dedicada a ella. Que sepa que la hago con lágrimas en los ojos mientras lloro desconsoladamente.

Ella, la madre que me parió, que está en Cuba a cargo, en aquel caserón, de hijos y nietos, la que me fue transmitiendo, quizás sin saberlo, que había existido otra Cuba que no estaba en los manuales del historia de la dictadura castrista, la que me contaba de que a pesar de la pobreza, de ser huérfana de padre y vivir con otros 6 hermanos, una modesta pensión y mi abuela lavando para la calle, en la casa no faltaba la bola de picadillo que valía unos centavos en la carnicería y que su madre cocinaba, muy sabrosamente, a la habanera, la que me contaba sobre las uvas, avellanas y nueces de las fiestas navideñas. Por ella podía fantasear acerca de cosas tan estrafalarias y desconocidas como un coco glasé o un simple café con leche en el Ten Cent de la calle de Medio en Matanzas.

Cuando hoy recorría las calles de Madrid me imaginaba una Cuba que debió ser muy parecida hace 50 años, llena de pequeños ventorrillos, restaurantes y bares, más ahora que esta ciudad se nutre con una composición étnica cada vez más parecida a la nuestra. Esa recomposición que uno hace con algún esfuerzo a partir de las ruinas que ha conocido de lo que fue la patria. Cuando yo nací ya esa patria no existía pero algo de ella me fue transmitido por mi madre, no a un nivel teórico, ni histórico, pero si descriptivo, sensitivo, humano. Así, cuando cada día tomo un café con leche en cualquier bar no puedo reprimir el recuerdo a mi madre y espero que algún día no muy lejano nos lo podamos tomar juntos.

Gracias vieja, por darme la vida.
Un beso del que te quiere con cojones.

Tu hijo.

3 comentarios:

analista dijo...

POr lo menos tú te puedes imaginar los años 50 paseando por Madrid y tomarte un café con leche verdadero (que debiera ser leche con café, café con leche es esa infusión imbebible que sirve aquí: mucho café aguado y un poquitico de crema de leche).
Yo le decía el otro día a un teutón respondiendo a su pregunta, que el principal mal que había causado el Innombrable había sido la destrucción de la unidad orgánica de la sociedad: la familia.
Saludos de parte del nieche, te la comiste.

Ivis dijo...

Querido Infortunato, espero que pronto podamos celebrar (celebrar de verdad) el cumpleaños de tu mamá y la mía allá en Cubita, la mía cumple este mes también y yo tampoco le podré dar un abrazo. Saludos.

Manuel Sosa dijo...

Felicidades a tu vieja y a ti. La mia sigue alla tambien. Una copa alzada a la salud de todos nosotros.