Maldita sea la luna con sus fases.
Malditas las fronteras y los muros,
el dinero, los bancos, los seguros
los hipócritas velos y disfraces.
No hay distancia brutal que no rechace.
Envidio las gacelas y canguros,
los magos, los videntes, los conjuros
y el vuelo de las aves montaraces.
Adoro el sortilegio que nos ata,
odio la longitud que nos separa
y como nuestro encuentro se dilata
tu imagen idolatro de tal suerte
que todo lo sensual se me dispara
y nada me detiene, ni la muerte.
sábado, julio 21, 2007
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