“Necesario es conocer nuestra realidad para entender nuestra fantasía.”
Lúcido Apnea Sanaco (el Estoico)
Los sin cabeza1
Prolegómeno2
Se puede decir que fue por accidente que me inicié en el negocio de las hamburguesas. Todo comenzó al oscurecer, en una de esas tardes en que la razón va más allá de sus posibilidades reales y se pierde en elucubraciones metafísicas acerca del existencialismo de un rollo de papel sanitario, condenado a girar sobre su eje, en un devenir finito aunque no intrascendente, conduciéndonos mediante el útil despliegue de su tenue cascada de papel, a la ineludible certeza de la vida de ultratumba, la metempsicosis, el juicio final y la renovación del universo después de su destrucción.
Luego de mucho cavilar me había resignado a aceptar que no resolvería nunca el enigma del disco brillante. ¿Para que demonios fabricaron los antiguos aquel plano y circular pedazo de plástico pulimentado por ambas caras? Lo más intrigante era la capa reflectora, embebida dentro de la lámina flexible. Al principio pensé que sería un espejo, pero deseché la idea al observar el pequeño orificio central, porque ¿para qué alguien fabricaría un espejo en el que no se le reflejara la punta de la nariz? Estaba moliendo un kilo de picadillo, ya agotadas todas mis facultades intelectuales, cuando escuché un extraño ruido proveniente del laboratorio. Temeroso de que Johnny hubiera tenido un accidente, con alguno de los insólitos aparatos procedentes de las excavaciones, me apresuré a llegar al lugar, no sin antes apagar el horno pues el pan estaba casi a punto.
-Johnny, Johnny, ¿Donde estás hijo? ¿Qué ha pasado?- exclamé, todavía en la cocina, para ensayar, no fuera yo a hacer un mal papel delante del muchacho.
Cuando llegué al Laboratorio Johnny no se veía por todo aquello, sin embargo el absurdo ruido persistía, aunque no adivinaba exactamente su origen. Busqué por todas partes, incluso me quité los calcetines y pensé que debía lavarlos la próxima semana. Arrastrándome por una pequeña puerta me adentré en una habitación inmensa, en la que una niña, sentada sobre una moneda antigua de diez centavos, lloraba, en tanto comía pedacitos de pan sosteniéndolos alternadamente con ambas manos.
-Alicia – le pregunté – ¿Sabes de donde surge ese ruido?
- No Mister MacDonald - me contestó- ¿Y usted por casualidad no ha visto un conejo blanco?
-Al menos hoy no - le repliqué- en realidad fue la semana pasada cuando vi sobre la empalizada un gato de Cheshire, al que le advertí una sonrisa algo sarcástica, cuando me explicaba cuan poco importa el camino a tomar para salir de aquí.
-Pero es que ya no me interesan los gatos- me dijo sin dejar de llorar y comer pan.
-¿Compartirías un poco?- le supliqué - Es que tengo debilidad por la harina horneada- le expliqué cuando ya las lágrimas comenzaban a penetrar por los agujeros de los zapatos.
Me dio un trozo y probé un bocado, pero no era el ideal que estaba buscando, pues contenía poco salvado. Luego de saborearlo, la puerta creció y ya no tuve necesidad de arrastrarme para regresar al laboratorio, donde algo había cambiado -además de la puerta quiero decir-. Después de mucho explorar me sorprendió que la luz del sol que penetraba por la ventana se hubiera tornado rojiza como en cierta novela de Chesterton, alargándose extrañamente hasta iluminar un rincón, en el que saltó a la vista un antiguo artefacto aún sin clasificar. -¿Que misteriosa causa ha provocado que el aparato comience a funcionar? -me pregunté, pensando en Johnny, ese muchacho travieso que me tiene al borde de la demencia… pero no me supe la respuesta. Alguien había juntado varias piezas cúbicas con ranuras y las había enlazado mediante cables, enchufando el cuerpo principal a la corriente eléctrica, produciendo en los laterales el estrambótico sonido. Escuchando más atentamente me pareció reconocer las notas de algún exótico instrumento de viento, no conocido por mí hasta el momento, que no ejecutaba aparentemente ninguna música, no obstante había algo rítmico en su fraseo, que se yo, como si fuera algún misterioso código, pero bueno, yo no tenía tiempo para resolver siquiera un crucigrama bohemio, debía terminar el picadillo, preparar las hamburguesas, sacar el pan del horno, resolver el problema del disco brillante y Johnny que no aparece. Regresé a mis labores en la cocina y entonces noté que faltaba el disco. Este muchacho ¿Dónde rayos estará me…
-Hola Pa - entró Johnny de improviso como siempre.
-Johnny ¿Dónde te metiste muchacho que estas tan sucio, lleno de polvo, telarañas y no sé que son esas manchas prietas que tienes en todo el cuerpo?
-Es grasa Pa.
-Grasa… grasa ¿de donde rayos grasa?
-De la excavadora Pa.
-¿Y qué hacías tú en la excavadora?
-Me aburrí de escuchar el disco Pa y fui a arreglar la excavadora.
-¿Qué disco?
-El que brilla Pa. Descubrí que insertándolo en una ranura de ese aparato y apretando un botón se oye esa voz.
-Yo no escucho ninguna voz, sólo un ruido que sale del aparato.
-No Pa es una voz o como una voz y está diciendo algo Pa.
Después supe que lo que se escuchaba era algo extraordinario, si bien yo no lo pude identificar en el primer momento pero, mírelo usted mismo, así salió publicado por primera vez, hará como veinte años.
II
Desde los hallazgos arqueológicos iniciales, ya se podía sospechar, que estábamos ante un testimonio trascendental, sobre lo que podría llamarse el periodo gris de la cuarta era de las civilizaciones… pero no lo sospechamos. El descubrimiento ha estado preñado de dificultades, que no sólo le atañen a la especial naturaleza del polimérico soporte, sino también, como se vio más adelante, al desconocimiento absoluto de la “lengua” en que este fue “redactado” y bien se sabe que crías traen estas preñeces; pero gracias a una casualidad, como otras de la historia de los descubrimientos científicos, como aquella del célebre doctor Fleming y el descubrimiento de las propiedades medicinales de la Marihuana, o esa otra de la famosa Piedra para Rosita3 por la cual por fin los egipcios aprendieron a hablar en francés, se hizo posible la feliz traducción, luego no hubo más que aplicar la técnica de decodificación sónica4, para obtener un resultado bastante satisfactorio, aunque nunca se puede estar demasiado seguro de estas técnicas.
El breve relato fue atribuido a Anónimo5 y no posee, como otros del mismo autor, notoriedad literaria, aunque no se le puede quitar el mérito de darnos a conocer un raro caso de la historia de la humanidad, en el que un pueblo planeó e intentó construir un tipo de organización estatal utópica6. Por esta razón y más que todo por su notoria inverosimilitud, no dejará de interesar al lector, siempre ávido de conocer detalles de aquellos tiempos heroicos. (Cualquier parecido con la realidad es pura reincidencia)
Creemos importante destacar, que aunque el relato se puede y debe leerse sin tener que repasar las fastidiosas notas al pie, lo cual le confiere un sentido más anecdótico, es necesario advertir, que para los interesados en conocer, con un poco más de profundidad, aquellas extrañas circunstancias, les serían útiles esas brevísimas anotaciones al margen o por lo menos eso nos parece a nosotros. La historia de Anónimo es como sigue.
III
Cuentan que, en cierto apartado territorio7, existió el pueblo de los sin cabeza. En sus orígenes, este era un pueblo de hombres normales8, con su cabeza bien puesta sobre los hombros, análogamente a sus contemporáneos de otras naciones, pero, en el transcurso de unas pocas generaciones, se produjeron “hechos transcendentales” en su historia, que los condujeron a tomar la decisión de prescindir de lo que era, para ellos, un apéndice de escasa utilidad.
Anteriormente a estos “hechos transcendentales”, que se mencionan arriba9 e incluso durante un prolongado tiempo después, los hombres y mujeres de este pueblo habían usado su cabeza convencionalmente, es decir, respiraban, hablaban, escuchaban y observaban lo que acontecía a su alrededor: el vuelo de las aves, las luces de los autobuses, los anuncios lumínicos; disfrutaban de la fragancia de las flores, del sabor de los alimentos y las puestas de sol10. Habían desarrollado la literatura en sus manifestaciones clásicas y en las que no lo eran tanto11, así como otras artes, dentro de las cuales se destacaban la música y la danza12, cuya influencia lograron irradiar hasta muy distantes comarcas. Fue un pueblo de grandes escritores, músicos, comediantes, filósofos y pensadores.13
Aquellos “transcendentales acontecimientos” trajeron grandes cambios para la vida de esta nación14; así, fueron reprimidas antiguas religiones y sustituidas en gran medida por una nueva, cuyos dioses fueron héroes participantes de estos “memorables eventos”. Algunos fueron santificados en el momento de su muerte, como en religiones más primitivas, mientras otros adquirieron su carácter divino aún en vida, procedimiento ya antes observado en antiguas mitologías como la griega y la cristiana. También tenía en común con la cultura griega, una desmedida exageración y glorificación de estos “hechos transcendentales”, de la misma manera en que Homero exageraba en La Iliada el valor y las virtudes de los Aqueos durante la guerra de Troya.15 Esta tendencia Homérica, o si se quiere Evangélica, fue complementada con la censura de todo lo que pudiera contravenir la religión oficial.
Este absolutismo16 teocrático se manifestó en la represión, encarcelamiento, prohibición, censura17 y condena de aquellos autores estigmatizados con el anatema de …18, a los que se le dejaba tres opciones: sumarse a la corriente panegirista, una total renunciación a su arte o el abandono de la comarca19. Bajo estas condiciones el panorama de esta cultura llegó a ser verdaderamente sombrío, llevado de la mano por el empobrecimiento material, que fue, en última instancia, la causa de la miseria cultural y de la evolución peculiar de los sin cabeza.20
Gradualmente muchas cosas comenzaron a escasear; los alimentos eran cada vez peores y de sabor más desagradable; las carnes se prohibieron, por considerarse dañinas para la salud y fueron sustituidas por un raro alimento, del que se conocía su origen vegetal… aunque no exactamente cual; los lumínicos comenzaron a desaparecer y los que quedaban estaban apagados o eran tan vulgares, que no merecía la pena dedicarles siquiera una mirada; las luces de los autobuses… bueno, ni siquiera existían ya los autobuses; el valioso patrimonio arquitectónico se fue deteriorando aceleradamente y las nuevas construcciones del período eran en general de un pésimo gusto estético; las plantas dejaron de tener flores, de puro mustias y resecas que se encontraban, por la falta de cuidados apropiados; las aves sufrían raras enfermedades y morían de hambre o de tristeza por la falta de las flores21; los campos, otrora frondosos y fragantes, comenzaron a comportarse estériles y sombríos, debido al abandono y la desidia y se poblaron de extrañas plantas espinosas, que cubrían hasta los más apartados rincones.
IV
Durante los “gloriosos sucesos”, se dictaron22 medidas para limitar el pensamiento, debido a que la libertad de pensar era peligrosa para los logros, que se habían alcanzado como consecuencia23. Al principio sólo se limitaron aquellos pensamientos que estaban radicalmente en contra de la ideología dominante, por lo que los hombres comenzaron a emplear sutilezas para expresar sus disconformidades con la situación reinante. Como era difícil determinar, entre tantas sutilezas, cuales eran verdaderamente en contra del gobierno, debido también un poco a la torpeza de los censores24, fue necesario tomar medidas cada vez más restrictivas.25 Se comenzó por limitar las palabras con que los hombres podían expresarse, de esa forma se prohibieron las palabras: enfrentar, criticar, opinar, resistir, discutir y contra, así como todas sus raíces y derivadas, siendo menester suprimir la palabra “contraindicaciones” de las etiquetas de los frascos de medicina.
Por esa época comenzó la guerra de los sinónimos, ya que los antónimos26, por razones obvias, habían quedado abolidos con anterioridad. Cuando se comenzaba a emplear un sinónimo de algunas de las palabras que se encontraban en la lista negra, el vocablo también era incluido en el índice impronunciable, así sucesivamente, hasta que sólo quedó la palabra “si” (la palabra “no” había estado en la lista inicial) y el “positivismo” pasó a ser la corriente dominante, todas las cuestiones tuvieron una respuesta afirmativa y todas las preguntas adquirieron un tono condicional: ¿Si…?
No obstante, esto no desanimó a la población que se había ido adaptando a esta situación, por lo que el lenguaje se convirtió en monosilábico tonal. Se podía utilizar la palabra “si” de diferentes maneras para expresar las muy disímiles sensaciones y pensamientos, en dependencia de la longitud e intensidad de la “i”, el sonido más o menos sibilante de la “s” o la frecuencia, más o menos lenta, con que se podía pronunciar la única palabra que existía. Finalmente después de muchos debates en el parlamento, donde una parte, del único partido, opinaba que “si” y la otra opinaba que “si”, se adoptó la ley que prohibía el uso de cualquier palabra27. A partir de este momento se quemaron todos los libros por inservibles y el pensamiento comenzó a perecer al ser cortadas sus raíces nutrientes y de esta misma forma comenzó a declinar la gestualidad y todos los otros lenguajes no hablados que existían, sumiéndose la sociedad en un, cada vez más profundo, mutismo.
Despojada la cabeza de sus principales funciones, comenzó a atrofiarse por falta de uso. El cerebro se fue reduciendo a las más mínimas y primitivas funciones de control corporal, alcanzando un tamaño similar al de una mosca, hasta esfumarse definitivamente, trasladándose sus funciones a la medula espinal y quedando la cavidad craneana llena de un líquido viscoso. Los oídos se cerraron de forma paulatina y las orejas se transformaron en un colgajo a ambos lados del rostro. Los ojos, por comodidad, dejaron de abrirse a un mundo donde no había mucho que mirar. La lengua, sustraída de sus antiguas funciones, comenzó a quedar holgada dentro de la boca, restando cualquier impedimento al paso de los pocos alimentos que aún se conseguían y que abordaban directamente al esófago, dada la carencia de las piezas dentales, que habían sido removidas por no haber ya de que reír28. Llegado este momento se determinó que, siendo la cabeza un órgano inservible, debía ser suprimida y así se realizó.
V
Comenzó un plan nacional para extirpar las cabezas. Apareció entonces una vieja figura casi olvidada desde los “hechos transcendentales”: “El Decapitador”29. En cada municipio había un decapitador y se establecieron procedimientos quirúrgicos, para que todos los ciudadanos, sin excepción, fueran desprovistos del apéndice innecesario sin menoscabo para la vida. Algunos que ofrecían instintivamente alguna resistencia eran igualmente decapitados, para lo cual se aplicaba un procedimiento especial. Al final fueron decapitados los decapitadores para eliminar cualquier privilegio30.
La falta de la cabeza representaba cierto impedimento, pero como a todo se acostumbra uno, las personas se fueron acostumbrando a vivir sin ella. Esto tuvo muchas ventajas, pues ya no eran necesarios cuidados especiales para el cabello y consecuentemente se hicieron superfluos todo tipo de afeites y adornos como peines, hebillas, peinetas y otros objetos molestos y esto redundó en un gran ahorro para la economía de la nación, que por esa época estaba totalmente depauperada31.
Con el tiempo, por un lógico proceso de adaptación, los niños comenzaron a nacer sin cabeza. La cabeza de los niños había sido un problema fastidioso en los primeros momentos, ya que era necesario degollar a los recién nacidos, pero enseguida se encontró una solución temporal en la industria alimenticia, paliando en algo el gran problema alimentario. Se inauguró un nuevo indicador de salud: niños sin cabeza por cada mil nacidos vivos. Este indicador se fue reduciendo gradualmente hasta llegar a cero, acontecimiento celebrado como un gran éxito de la nación, un gran ejemplo ante el resto de los pueblos del mundo.
El estómago comenzó a jugar el papel fundamental de las funciones corporales, esto a la postre se convirtió en una pesadilla, debido a que no se pudo suprimir, totalmente, la ingestión de alimentos.
VI
Durante un tiempo la sociedad quedó un poco desorientada; pero, paulatinamente, descubrieron que podían establecer cierta relación mediante el tacto, por lo que la piel comenzó a desarrollarse como única parte sensorial del organismo, alcanzando a detectar las más mínimas vibraciones en el aire. Fue por entonces que la casualidad o la causalidad pusieron un granito de arena en esta historia, dándole un aspecto algo playero.
Estando un grupo de los hombres de este extraño pueblo, en una asamblea sobre el estado de cuentas de la nación, uno de los delegados dejó escapar un pedo. Anteriormente a este momento, ese noble acto no habría representado ninguna dificultad, impedidos de escuchar y de oler como estaban, esta acción hubiera pasado inadvertida pero, esta era una asamblea de notables, de hombres dotados de una extraordinaria sensibilidad y todos pudieron sentir esta sutil vibración en la piel, como una señal de una intensidad específica. Las respuestas no se hicieron esperar, a veces tímidamente, otras de forma rotunda, cada cual comenzó a expeler gases por el recto, que si alguien hubiera tenido la capacidad de oír, le hubiese parecido aquello un concierto de fagotes. Enseguida se corrió la noticia del nuevo método de comunicación, ya que, con un poco de entrenamiento, los hombres aprendieron a modular finamente las vibraciones que salían de sus esfínteres anales y perfeccionaron la capacidad “auditiva” de la piel.
En los primeros tiempos, estos sonidos no tenían demasiado significado, solamente indicaban una presencia o quizás un estado de ánimo; también existieron accidentes ocasionales, en los que a algún inexperto se le escapaba algún que otro chispetazo, pero con la práctica vinieron las habilidades y se ampliaron las posibilidades. Hubo quienes eran capaces de modular frases completas y de transmitir conceptos sobre las cosas y sobre la vida. De entre los más dotados surgieron “oradores” y hasta poetas que eran capaces de expresar las más hermosas imágenes. La música eclosionó, como nunca antes se había visto, originándose incontables melodías y ritmos, como el ahora desaparecido ritmo Fotuto y esto conllevó el renacer de la danza32.
Para esa época, el estómago había evolucionado, de tal forma, que era capaz de controlar al resto del organismo, mediante conexiones seudo-sinápticas33 establecidas con la médula espinal. Con el perfeccionamiento de la técnica llegó el momento en que empezaron a circular nuevamente las ideas, se inauguraron diccionarios sonoros y floreció el arte de interpretación de los pedos y se pudo establecer casi científicamente cuando un pedo era involuntario y cuando tenía un significado preciso e inequívoco. Todo esto condujo al análisis del status quo. Primero veladamente, luego sin tapujos, empezaron los cuestionamientos, se extendieron los rumores y se alteraron los ánimos34, lo cual preocupó extraordinariamente al gobierno, que vio peligrar, nuevamente, las conquistas por tantos años conservadas. Pero ya el proceso era irreversible y cierto día, que la humanidad aún recuerda, los hombres de aquella nación, reunidos en asamblea general del pueblo, con un contundente y atronador pedo, derrocaron el sistema35.
Epígonos
Como recompensa por este gran descubrimiento Johnny sólo recibió un diploma de la dirección de la escuela, pero por arreglar la excavadora le otorgaron el importante premio Novoa y ese dinerito, que aunque no era mucho, me permitió montar la hamburguesería y dejar el instituto donde… casi no trabajaba.
¿Pregunta usted por Johnny? Hace varios días que no viene por aquí. Desde que se casó con Alicia se ha ido a vivir a través del espejo, él hubiera querido seguir viviendo conmigo, pero yo no he podido traspasar esa barrera que transforma esta realidad en una bien distinta y ella no ha resistido vivir aquí por mucho tiempo, sobre todo porque la situación está cada día peor. Yo me voy defendiendo con este negocio de las hamburguesas, pero ahora se hace más difícil conseguir los ingredientes. De Pascuas a San Juan, Alicia me trae, desde el otro lado del espejo, un conejo blanco o algún gato reidor y algo de ese pan mágico, que no sé de donde lo saca, pero la clientela es cada vez más escasa, pues ya la gente no puede pagar el precio de las hamburguesas.
Me aburro un poco con esta soledad, todavía recuerdo casi a diario aquel antiguo y querido papel sanitario aunque debo confesar que más por su carácter utilitario que por sus propiedades metafísicas y a veces escucho aquel viejo aparato del disco o hablo con Alicia cuando viene de visita, pero mi conversación le aburre, una vez la escuche decir: …“¿Cómo puede una hablar con una persona que se empeña en decir siempre la misma cosa? - En esa ocasión el gatito sólo ronroneó y era imposible saber si estaba diciendo que «sí» o que «no».”…
Un momento… deja ver que es ese ruido. ¡Ah! casualmente por ahí viene Johnny.
Hola Pa.
Johnny mijo ¿qué pasa allá afuera?
No salgas Pa, es desagradable estar afuera.
Pero Johnny dime que sucede ¿Qué es ese estruendo que se escucha, como de fuelles con piteras?
Protestas Pa
¿Protestas? ¿Cómo protestas? ¿Qué tipo de protestas?
La gente ha salido a las calles para protestar Pa.
Iré a ver que baraúnda es esa.
No te lo aconsejo Pa
¿Por qué Johnny?
Porque apesta Pa
1 Título original “Breve Historia Comentada y Casi Razonada de la Tribu de Los Sin Cabeza”.
2 Segunda acepción.
3 Existió una gran confusión con el nombre de la dichosa piedra que como hoy se sabe lleva el nombre de una concubina de Napoleón, a la cual estaba destinada como regalo, pero resulta que, no se sabe bien, si a causa de la imposibilidad de los árabes, que la transportaban, de pronunciar correctamente el nombre o porque los tenedores de libros ingleses, al asentarla en el inventario del ejército, tratando de imitar la pronunciación en ese idioma sustituyeron la “i” por una “e” y se duplicó la “t”, por esa inveterada costumbre inglesa de doblar las consonantes aunque no hagan falta, fue que la Piedra de Rosita se convirtió en la Rosetta’s Stone o simplemente Piedra de Rosetta.
4 Método de Peyo Lafrocán, algoritmo Mozambique, subrutina María Caracoles.
5 Prolífico autor de la antigüedad, de vida extraordinaria y larga, a cuya pluma se deben notables obras. En opinión de otros autores Anónimo fue una dinastía de escritores, que transmitían su oficio de padres a hijos, tal como la de los Antoninos de la Roma imperial.
6 Ver en esta misma colección Utopía por Tomás Moro, El Falansterio por Charles Fourier y Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico por Friedrich Engels.
7 Acefalia: Comprende una comarca situada entre el Polo Norte y el Polo Sur y al este del meridiano 483, ni muy cerca, ni demasiado lejos del Pelospornelson, pero no confundir con Tesalia, la Galia, Farsalia o Alitalia.
8 Se refiere al conjunto de los hombres, porque cada individuo es intrínsecamente anormal.
9 En este caso es el anverso de la página porque por el reverso hay un tratado de educación sexual, práctica esta en la que los términos arriba y abajo adquieren otra connotación.
10 Habían logrado descubrir la importancia de las puestas de sol para la existencia de los amaneceres y los habitantes de ese pueblo, cuando se ponía el sol miraban hacía el norte con la certeza de que a la mañana siguiente el sol saldría de ese lado.
11 Una versión criolla del Kamasutra con muchas adiciones y mejoras se hizo muy popular.
12 Las mujeres habían desarrollado un peculiar movimiento de caderas extraordinariamente sensual, consagrado a su santo patrón San Dunga.
13 Tampoco le faltaron, delincuentes, prostitutas, proxenetas, vagos, borrachos y dictadores.
14 Arcaica división de los hombres que generalmente compartían algún territorio común, una misma lengua, cultura. etc.
15 Como se sabe los vencedores han sido los redactores de la historia, lo que hace que su estudio sea una tarea verdaderamente ardua, hasta cuando se trata de establecer los hechos más insignificantes. Homero (Embuste) fue elevado al olimpo por Zeus (Júpiter) sustituyendo a Hermes (Mercurio) como patrono de los embaucadores, acción realizada por Zeus por evidentes intereses electorales, cuando la Monarquía olímpica se convirtió en República. Ante el poco éxito de venta de La Iliada Homero se dedicó al género de aventuras y produjo La Odisea o La Ulisiada, (no confundir con Los Lusiada obra en la que Homero se inspiró) con la cual obtuvo un gran éxito de público, pero no de crítica, también hay quienes erróneamente le atribuyen esta obra a un tal James Joyce más conocido como Jotajota. Una tercera corriente de investigadores subscriben la tesis de que Homero y Anónimo son la misma persona o como se le ha llamado: La Cuestión Anónima…
16 Ciertas semejanzas se han observado con la Monarquía de Felipe II. Nos dice Antonio Alatorre en “El Apogeo del Castellano.” “...Pero a partir de Felipe II el patriotismo se fue convirtiendo, cada vez más, en consigna...” y también “Algo que no consiguió coartar Felipe II fue la fantasía” y mas adelante “La represión convirtió a los escritores de lengua española en grandes maestros del arte de la reticencia, de la cautela, de cierta "hipocresía heroica", como alguien la ha llamado. Y el más grande de esos maestros fue Cervantes.”
17 Ver Inquisición en nuestra colección Ideas Libres.
18 Inaudible en el original, el lector puede adaptarlo a su gusto y conveniencia.
19 Recurriendo para esto a los más increíbles e ingeniosos medios de transporte. Todavía se asocia, erróneamente, a Matías Pérez con aquellas fugas.
20 El éxodo de la parte de la población más culta, en el momento de los grandes acontecimientos y en momentos significativos posteriores, acarrearon un daño irreparable para la vida material y cultural. Semejantes consecuencias trajo para Grecia las invasiones dorias y para Rusia las tártaras.
21 Tampoco los difuntos tenían flores pero ellos no notaban la diferencia.
22 Observen, en este texto tan desmañado, la precisión de este verbo, lo cual sugiere la intervención de algún copista excesivamente diligente.
23 Se llegó a establecer en la constitución de la nación, que la voluntad del pueblo reflejada en ella no podía ser cambiada ni por la voluntad del pueblo, lo cual es un absurdo como se puede ver.
24 A los censores se les presentaba un problema verdaderamente complejo al tratar de dilucidar, por ejemplo, cual de las tres versiones de Judas era la correcta, la simple referencia a los equinos podría interpretarse, mediante arcanos juegos de azar, como una ofensa contra el gobierno y ni se te ocurra mencionar siquiera “el pajarito mandón” El peligro podía surgir en todos lados, desde las formas del vestir o llevar el cabello, hasta las inclinaciones sexuales y desde las cartas de los exiliados hasta las canciones infantiles (“la cosa está que mete miedo y horripila de verdad” rezaba una de ellas)
25 Al parecer la censura tenía sus idas y hasta sus venidas. En recientes excavaciones realizadas, en el sitio de las ruinas de la capital de esta extraña nación, se ha encontrado la escultura de bronce de un hombre sentado en un banco de parque, del que se sabe era líder de una banda musical, que había estado censurada algunos años antes de la construcción del templo donde se le rindió culto y le estaban consagrados sacerdotes. Restos de uno de esos monjes (se monjaban cuando llovía) fueron hallados cerca de la efigie, junto a un asiento de un material plástico primitivo. Tampoco se explica como los autores nativos no habían recibido un culto similar aunque estamos al corriente de que algunos de ellos fueron de talla mundial en las artes que cultivaban.
26 No era admitida la más mínima disidencia y una palabra no podía tener otra que se le opusiera en significado porque esto debilitaba la “unidad” del lenguaje y por tanto la “unidad” ideológica.
27 Si se quería preservar las conquistas de aquellos magníficos acontecimientos, se suponía justo cualquier sacrificio, inclusive la desaparición de la nación misma con conquistas y todo.
28 Parece más creíble la tesis de que no había mucho que masticar.
29 Emparentado con los censores en el sentido de que actúan de modo irrevocable sobre la cabeza de sus víctimas.
30 La supresión de cualquier privilegio era la piedra angular de la doctrina oficial, pero como no todos los hombres nacían iguales, había que tomar, a veces, medidas realmente drásticas para igualarlos.
31 No se puede explicar esta situación, pues en los testimonios encontrados por los arqueólogos, sólo se reflejan cifras y datos que confirman el sobrecumplimiento de las altas metas y ambiciosos planes por muchos años.
32 A veces se hacía algo incomodo bailar y conversar a la misma vez.
33 Se sabe actualmente que la especialización celular no es definitiva y que su flexibilidad y adaptabilidad son sorprendentes.
34 Hay que reconocer que esta raza había sido en tiempos remotos muy belicosa y pendenciera.
35 El lema de aquella revolución “La libertad sólo existe cuando no es de nadie” proviene de una antigua canción, de cuyo autor se dice que fue uno de sus precursores, la ponemos en español porque no sabemos como se pronunciaría en el nuevo lenguaje “fricativo-labial” creado por los sin cabeza.
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