jueves, octubre 12, 2006

Diferendo y democratización

Yo pienso que la democratización de Cuba no está condicionada a buscar ninguna solución del diferendo con los Estados Unidos. Es sintomático que reformistas, anexionistas y comunistas estén todos siempre pensando en los Estados Unidos, unos por defecto y otros por exceso. No son los americanos lo que intervienen en los asuntos internos de Cuba, son los cubanos todos (los totalitarios y los democratarios) los que no dan un paso sin pensar en los Estados Unidos, en su gobierno y especialmente en la emigración más reaccionaria de Miami. ¿Usted me puede explicar que hace un grupo de cubanos de la llamada “disidencia” presentando programas políticos ante congresistas norteamericanos? Con razón el dictador los llama lacayos y toda la sarta de barbaridades esas que les dice. Si usted revisa los discursos del Comandante durante 47 años, no hay uno donde no hable de los americanos, hasta en la época en la que éramos una colonia soviética y la influencia de los del norte estaba muy disminuida. Señor, ¿Usted no puede poner orden en su casa sin estar viendo lo que dice su vecino?
Hay que acabar con la mentalidad colonialista, que, lejos de disminuir, ha aumentado en estos 47 años, no solo por el condicionamiento a la política norteamericana, al que ha sometido el Comandante la política interna, sino que, con la propia depauperación de las condiciones económicas, políticas y sociales, la falta de libertades de expresión, de reunión, de sindicatos, de elecciones, la galopante miseria y toda la caterva de calamidades humanas, ha conseguido que, hoy, el ciento uno porciento de los cubanos esté pensando en los Estados Unidos para encontrarle una solución a sus problemas. Siempre tenemos que tener un amo que nos guíe, un amo gringo o un amor ruso o un amo chino o uno venezolano. Carlos Lage, vicepresidente cubano ha caído en la desvergüenza de decir que Cuba tiene dos presidentes: Fidel y Chávez. ¿Qué más evidencia quieren? Mientras no aprendamos a ignorar a los americanos, (o a los rusos, chinos, venezolanos, etc) nunca vamos a pensar con cabeza propia. No digo que hay que estar de espaldas al mundo y si los americanos que son una nación recién nacida comparada con China o Rusia por ejemplo, es hoy el país más rico y poderoso de la tierra, vamos a estudiar nosotros que es lo que han hecho ellos para llegar hasta ahí, vamos a ver como lo hacen los alemanes, los japoneses, los coreanos, los de Taiwán, los vietnamitas y vamos a sacar nuestras experiencias y vamos a tratar de ser nosotros por nosotros mismos también ricos y poderosos en la medida de nuestras posibilidades, nuestros recursos naturales y nuestra inteligencia. Vamos a construir una democracia que incluya a “todos” los “cubanos” de adentro y los de afuera si quieren regresar y también ¿por qué no? los americanos, rusos, chinos y venezolanos que quieran vivir en Cuba y contribuir con esa democracia.
Lo que es absolutamente errado es condicionar la democratización de Cuba (como piensan tanto el autor de Diferendo y democratización como el gobierno cubano) a la solución de un diferendo que sólo existe en nuestras cabezas, más bien en la cabeza insana de alguien que, en sus delirios de grandeza, se adjudicó la tarea de pelearse con la nación más poderosa de la tierra, para lo que en ocasiones ha llegado al extremo de exponer a todo el pueblo cubano al peligro de su desaparición como nación, como ocurrió con la crisis de los misiles de octubre de 1962 y que hoy no ha repudiado el desatinado ensayo atómico de otro desequilibrado mental que gobierna Corea del Norte, pero que sin atreverse a apoyar abiertamente, publica cómplicemente en el diario “oficial” la nota de prensa de la agencia norcoreana justificando la prueba por la amenaza del imperialismo Yanqui y oculta la ola de rechazos que ha provocado esta acción irresponsable por todo el mundo. ¿Usted cree que un gobierno así, va a resolver un “diferendo” que le ha justificado en el poder durante 47 años? ¿Usted cree que el exilio de Miami está interesado en resolver este “diferendo” que les ha permitido vivir de él durante 47 años? Para el gobierno norteamericano Cuba es sólo un asunto de política interna, se trata de ganar las elecciones en la Florida y para eso tampoco conviene que se resuelva el diferendo. Para las izquierdas estúpidas de América latina y del mundo Cuba es el ejemplo del David contra el Goliat y si el pequeño resuelve el diferendo pacíficamente con el grande, también se le estropea el negocio a las izquierdas. Como se puede ver, nadie está interesado en resolver el famoso diferendo, porque nadie quiere matar a la gallina de los huevos de oro. Entonces ¿nunca va a haber democracia en Cuba? Yo creo que habrá democracia en Cuba cuando los cubanos seamos capaces de ser independientes, encerrarnos en una torre, como cuando el pueblo obligó a los cardenales a elegir un Papa, hasta que no se encuentre una solución y donde no haya americanos, ni rusos, ni chinos, ni venezolanos que nos soplen las respuestas. Hasta ese día va a existir la dictadura.

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