El racismo sobrevive en Cuba pese a las políticas para eliminarlo

“El racismo sobrevive en Cuba pese a las políticas para eliminarlo”, un tema donde todo anda mal, empezando por el título y terminando por el punto final. En primer lugar el racismo no “sobrevive” porque el verbo sobrevivir tiene dos significados 1. Dicho de una persona: Vivir después de la muerte de otra o después de un determinado suceso. 2. Vivir con escasos medios o en condiciones adversas. Considerando un sentido figurado 1. ¿Después de la muerte de quien o después de que suceso “sobrevive” el racismo? 2.¿Quién vive con escasos medios o en condiciones adversas, el racismo o los negros? en segundo lugar “pese a las políticas para eliminarlo” Ah! porque ¿ha habido políticas para eliminar el racismo?

Ya alguien ha señalado con anterioridad que en el famoso programa del Moncada expuesto en ¿La historia me absolverá? no se menciona el problema del “negro” o el problema racial. El gallego de Birán, que derrocó al mulato de Banes, no tenía en su mente, uno de los más acuciantes problemas de la sociedad cubana, este tema heredado desde los tiempos de la colonia española y del régimen de esclavitud “física” de los negros, primero africanos y luego criollos. En su definición de “pueblo” (¡Ése … pueblo, cuyos caminos de angustias están empedrados de engaños y falsas promesas…”) o en su “paquete” de medidas (“El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud del pueblo; he ahí concretados los seis puntos a cuya solución se hubieran encaminado resueltamente nuestros esfuerzos, junto con la conquista de las libertades públicas y la democracia política.”) que resolverían los problemas más graves por los que atravesaba ese pueblo, el que todavía no era El Comandante, sino un simple golpista, asaltante de cuarteles, no menciona en lo absoluto la palabra negro, ni racismo, ni discriminación, ni nada que se lo parezca, lo cual indica que el racimo no existía en la Cuba del antes del 59 o era un problema de tan poca importancia que no merecía un tratamiento especial, por lo que pudiera llegar a la conclusión que el racismo no “sobrevive” sino que surgió con la “Revolución”. Que importa un disparate más en una cadena tan larga de disparates.

El problema del “negro” es el problema social más “negro” que tiene Cuba hoy y ha tenido siempre y no hacían faltas “investigaciones” de ningún tipo para demostrar que los negros viven en condiciones infrahumanas (“cuyas viviendas son las infernales habitaciones de las cuarterías”) sólo que ahora las cuarterías son las mismas y los negros son el doble que hace 50 años. Párese en una bodega del Vedado, Miramar o Siboney el día primero del mes cuando dan los mandados y cuente los negros y realice la misma operación en una bodega de la Habana Vieja o Centro Habana (San Leopoldo) y verá el cambio de coloración y de odoración. Vaya a un aula universitaria, (La facultad de Letras de la Universidad de la Habana no estaría mal) y luego móntese en un charangón donde se trasportan los constructores o los trabajadores del puerto y verá el mismo cambio de tono y de olor. Aproveche, ahora, en el festival internacional de Ballet y asista a una función del Ballet Nacional de Cuba (BNC, también puede ir al Banco Nacional de Cuba) y luego vaya a una función del Conjunto Folklórico Nacional, notará la oscuridad en el segundo respecto del primero. Compare la Orquesta Sinfónica con los Muñequitos de Matanzas. Tampoco hacía falta que la BBC dijera que son escasos los negros que trabajan en el sector turístico, no sólo como dirigentes, sino como simples empleados, camareras, carpeteras, cantineros, etc. Sólo hay que entrar a un hotel o montar en una guagua de trabajadores del sector, para percatarse la ausencia de la “tiña”. La “investigación” no explica por ejemplo porqué los negros reciben menos propinas que los blancos, porque las propinas son “propinadas” por extranjeros ¿no? ¿También los extranjeros discriminan a los negros nuestros? ¿Estamos siendo victimas de un complot internacional contra nuestra negritud?

Hay cosas tan evidentes que no necesitan investigaciones de intelectualoides de ningún instituto folklórico, ni de medios de prensa de un país de blancos, tan notoriamente racistas que no crearon descendencia mestiza en ninguno de los países que colonizaron, en cuya nomina se incluye la mitad del continente africano. ¿Nadie se ha preguntado por qué las islas inglesas del caribe son islas de “negros”? Los súbditos de la reina Isabel tenían demasiada alcurnia como para estarse mezclando con la “negralla”. Hoy por hoy, el incremento del racismo en Inglaterra, (reconocido por la propia BBC) es alarmante, especialmente después del 11 de septiembre y sus consecuencias de atentados terroristas en Inglaterra y otros países desarrollados.
Pero hay que aprender a diferenciar el racismo en Inglaterra, visto como prejuicio racial y social, mezclado con xenofobia y otros fenómenos asociados a la inmigración, del fenómeno en Cuba, donde las causas están más en el agravamiento de los problemas socio-económicos de las clases más pobres durante la Revolución, especialmente en los últimos 16 años, que en prejuicios subjetivos de una raza sobre otra. En mi opinión en Cuba hay muchísimo menos racismo, como prejuicio racial y social, que el originado por la reproducción durante siglos de unas condiciones de vida, que se han mantenido casi invariables en los últimos 47 años. Los españoles tenían menos aversión a las mezclas y eso lo heredamos los cubanos y nuestra cultura es mestiza y aunque el 65 % de la población sea racialmente “blanca” todo el mundo baila timba y guaguancó y se espolvorea cascarilla. Mientras no se profundice en las causas de la “discriminación”, es decir en las causas económicas, el problema del negro seguirá sin resolverse, porque el problema de los negros en Cuba es el problema de los pobres.

Tiene que haber un cambio de actitud, un cambio de mentalidad, empezando por los mismos negros, que se han pasado 47 años diciendo que la “Revolución” les ha dado dignidad y que ellos no se sienten discriminados y que antes ellos vivían miserablemente y ahora viven de lo mejor, etc y todos los clichés que les ha impuesto el gobierno. Bueno si eso es así, entonces que no se quejen, que se jodan. Como diría William James Durant "La Educación es el descubrimiento de nuestra propia ignorancia." Si ellos mismos no son capaces de reconocer que ahora no están mejor que hace 50 años, lo cual no significa que estén exactamente en las mimas condiciones ya que en 50 años algo tienen que haber avanzado, es decir si usted no tenía refrigerador hace 50 años y ahora tiene, pero sigue siendo el más pobre de la nación, usted no ha avanzado nada, el negro sigue estando retrasado. Hace 50 años el refrigerador, el televisor, la radio, se puede decir que eran lujos, hoy son artículos de consumo popular tan comunes como antes hubiera sido un caldero para cocinar. Si usted, por su condición de pobre, no tenía acceso antes a estos bienes, no era tan grave como que, pasados 50 años, tampoco tenga la posibilidad hoy de adquirirlos. El precio de un refrigerador representa el salario de un negro durante tres años, un televisor algo por el estilo, además sin crédito, es decir si usted quisiera comprar estos dos artículos de primera necesidad, necesita dejar de comer, vestirse, calzarse, transportarse, etc durante 5 o 6 años para ahorrar el dinero del costo de los mismos y total ¿para qué? ¿Para tener el refrigerador vacío y mirar en el televisor la mesa redonda y los discursos del comandante, donde le repiten sin cesar que usted ha mejorado muchísimo en estos 47 años? Pero como tiene que comer y vestirse y calzarse y trasportarse durante todo ese tiempo, supongamos que dedique un 10 % de su salario para adquirir estos artefactos, usted morirá primero que el tiempo necesario para tomar agua fría y para que sus hijos vean los muñequitos. Y todavía el comandante se queja de que la gente no le paga las ollas. Señores en Cuba no hay racismo, en Cuba lo que hay es miseria. Sólo el 3% de los estudiantes universitarios son negros, es verdad que son pocos, pero cuando llegan a las aulas, el resto de sus compañeros “blancos” no le hacen la guerra, ni los humillan, ni se les impone ningún tipo de prejuicio o discriminación por el color de la piel. Es más si usted es un negro inteligente se gana el respeto de todos más rápido que si fuera blanco y el cariño además, porque en general son simpáticos, divertidos, bailadores, etc. Si usted es negro y tiene dinero suficiente y quiere ir a un restaurante, digamos Dos Gardenias o La Ferminia, no encontrará un guardia en la puerta que le impedirá el paso, (a un hotel si, pero en esos lugares no) ni se le dará un trato diferente y discriminatorio por el color de su piel. El problema está en que después de 47 años de “políticas” gubernamentales, usted por ser “pobre” (y no por ser “negro”) no tiene acceso a la educación, ni a los restaurantes como Dos Gardenias o La Ferminia, ni al refrigerador, ni al televisor, ni a muchísimas otras cosas.

¿Por qué? La respuesta no tiene nada que ver con el tipo de mitología que se estudie en las escuelas. Tampoco se estudia la mitología china, ni la celta, ni la germana, ni la hebreo-cristiana, se estudia la griega porque es la que entronca con los más avanzados patrones culturales de nuestro tiempo, con la filosofía y cultura del mundo occidental, del que formamos parte, pero la mitología griega no sólo se estudia en Cuba, sino en China, Japón, y hasta en África. Creo que plantear el estudio de la mitología y cultura africana es hasta reaccionario y discriminatorio con los propios negros, y está plagada de paternalismo barato, ¡ay pobrecitos los negros tan atrasados y ni siquiera se estudian sus mitos en la escuela!; porque los negros de Cuba hace 104 años que son cubanos y no africanos, es decir se han ido incorporando a una cultura mestiza, es como si los “blancos” quisieran ahora que los “negros” bailaran la jota o el baile flamenco, con más razón porque constituyen la mayoría de la población, mientras los negros son una minoría racial. Nuestros bailes no son africanos, ni españoles, son nacidos en Cuba, hijos de dos culturas distintas, un negro africano no sabe bailar guaguancó, ni danzón, ni son, ni mambo, ni chahachá y un blanco cubano si. Mientras tengamos la imagen del negro como negro africano, la imagen del babalawo y la cascarilla, el negro cubano no va ha salir de su atraso.

Quisiera finalmente aventurar una respuesta a ¿por qué “El racismo sobrevive en Cuba pese a las “políticas” para eliminarlo”? Hace unos pocos días, en el congreso de la CTC, el “general” Raúl Castro se encargó “generosamente” de recordar un hecho ocurrido apenas a unos días del triunfo de la “Revolución”, donde el “Comandante” le niega a los trabajadores del poderoso sindicato azucarero, ciertas reivindicaciones con respecto a la disminución de la jornada laboral. El comandante les dijo que “La Revolución es más importante que una simple demanda” Pues resulta que las luchas obreras por las demandas que se hacían a los gobiernos capitalistas eran justas, pero para el gobierno revolucionario no, que la justeza en satisfacer una demanda obrera no está relacionada con la causa que la origina, sino con la naturaleza del gobierno al que se le exige. Pero el mismo comandante, apenas estuvo encaramado en el poder, les dijo que, nananina jabón candado, que lo que Batista no les había dado, él no se los iba a dar tampoco. Este ejemplo es más que ilustrativo para demostrar que esta Revolución de “los humildes, por los humildes y para los humildes” no era para los humildes, y mucho menos de los negros, por los negros y para los negros, sino para satisfacer las manías de grandeza del Comandante, es por eso que no hubo efectivas “políticas” para resolver “El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud del pueblo…”y ¿el problema del negro? y el pueblo siguió siendo después de 47 años ¡Ése… pueblo, cuyos caminos de angustias están empedrados de engaños y falsas promesas…”